LA ESCUELA DEBE FORMAR PARA UNA ACTITUD A FAVOR DEL AMBIENTE
LA ESCUELA DEBE FORMAR PARA UNA ACTITUD A FAVOR DEL AMBIENTE Por: Mirian Tauche La escuela debe formar para ser ambientalmente sensible, es decir personas capaces de percibir, interpretar, y ejecutar acciones apropiadas para mejorar el estado de los ecosistemas en función de una mejor calidad de vida tanto para la generación actual como para las futuras, es el objetivo final de la educación ambiental que se ha de afianzar en la actitud hacia el entorno, en respeto y solidaridad con la diversidad biológica, social y cultural. Sin embargo y aunque es un mandato constitucional en su Ar. 107 quienes hoy desarrollamos la educación ambiental formal (debe ser impartida en todos los programas en todos los niveles) aún no alcanzamos tal objetivo. Hay que ir más allá de ampliar en los estudiantes, el conocimiento de los sistemas naturales y la conciencia por los temas ambientales, es necesario promover afectos para que conjuntamente con el aspecto cognitivo se evidencie en el comportamiento. Aunque es muy importante orientar conocimiento del medio natural, cultural, social y trabajar por una cultura que refleje saberes hacia los distintos temas ambientales; nosotros sabemos que el conocimiento y conciencia por sí solos no necesariamente guían a la gente a cambiar su estilo de vida, su comportamiento, o a tomar acciones en temas ambientales. Hay que desarrollar afectos por las demás especies, entender sus procesos biológicos y respetar su condición natural y sus espacios de acción, hay que demostrar una actitud a favor del ambiente cónsona con el cuidado, defensa y mejoramiento ambiental. Considero que los educadores ambientales hemos logrado mayores avances en la educación ambiental no formal porque no se trabaja con la rigurosidad que exige el currículo y en las comunidades se comparten y aprovechan los saberes populares. Una actitud a favor del ambiente requiere de la promoción de acciones que impregnen todo diseño curricular en cualquier nivel educativo; y más aún que todo docente se encuentre consustanciado con esas acciones. La educación para la sensibilidad ambiental se debe plantear desde una visión colaborativa y que los estudiantes al establecer contacto personal con los temas comprendan la necesidad de cambiar el estilo de vida, y una fase de acción en donde los estudiantes apliquen concientemente todo conocimiento que necesariamente tiene que ser significativo, implicar afectos y repercutir en el comportamiento para que pueda alcanzar su cometido. Martes, 22 de abril de 2008
Mirian Tauche es licenciada en Biología, en el Núcleo Sucre de la Universidad de Oriente con menciones. Biología Marina y Zoología. Es especialista en Microbiología de Procesos Industriales apoyada por las Empresa Protinal y el Consorcio Japonés Lynn Humn, S. A. con una Maestría en Ingeniería Ambiental con Mención en Calidad Ambiental realizada en la Universidad de Carabobo y un Doctorado en Educación en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto Pedagógico de Caracas, con una Tesis Doctoral denominada “Lineamientos Teóricos y Metodológicos, para la promoción de Actitudes Ambientales Favorables cuya investigación fue distinguida con el premio talento de alto nivel del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Actualmente es profesora de educación ambiental en el Colegio Universitario de los Teques Cecilio Acosta.
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