La Subida de Furros en Docencia en Preescolar

 

El mes del Carnaval, la fiesta que anuncia la proximidad de la Cuaresma, debe su nombre a la palabra latina “februa”, que eran tiras de cuero hechas con las pieles de los animales sacrificados, con las cuales los sacerdotes Luparcos azotaban a los romanos, para purificar al pueblo de sus faltas y dar fertilidad a las mujeres.

Febrero es el mes de la tradicional subida de los furros, el 2 de febrero, fiesta de La Candelaria, cuya historia de celebración parece haberse encontrado en el tiempo con las carnestolendas romanas. Y es que el día de La Candelaria se considera la conversión cristiana de una fiesta de purificación pagana.

La fiesta de La Candelaria también tiene el carácter de cierre de la Navidad, puesto era el 2 de febrero el último día que se cantaban villancicos frente al pesebre, dando entrada a la nueva fase litúrgica que precede a la Cuaresma. Por tal razón, el 2 de febrero, día de La Candelaria, se recuerda la ya casi extinta celebración de la subida de los furros.

Con la bajada de los furros, en la primera semana de octubre, hasta la subida de los furros el dos de febrero, día de la Virgen de la Candelaria, se cumple el ciclo de la gaita zuliana. Tradición musical, espontánea y popular, donde el pueblo rinde homenaje a sus vírgenes y a sus santos, a la Navidad y a su zulianidad.

El Día de la Candelaria, que se celebra el 2 de febrero, culmina el ciclo de festividades de la Navidad dentro de la Iglesia Católica, pero una mirada a su celebración en México revela aspectos muy particulares.

El Instituto Nacional de Antropología e Historio señaló en un comunicado que esos actos incluyen el sincretismo con ritos prehispánicos, convirtiéndose en una festividad compleja, pues en su esencia también se fusionan la fe hebrea, la cristiana e, incluso, cultos paganos provenientes de la Isla de Tenerife, en las Canarias.

Detrás de la "tamaliza" que deberán dar el 2 febrero quienes tuvieron la buena o mala suerte -según se vea- de encontrar al "niño" en su fracción de rosca, pervive una "acción de gracias" que se remonta a los tiempos bíblicos.

El Día de la Candelaria marca el final del periodo navideño, ya que es la fecha en que, de acuerdo con la tradición, José y María llevaron al Niño Jesús a presentarlo al Templo de Jerusalén, pues de acuerdo con la tradición judía, los padres debían llevar a los hijos varones 40 días después de su nacimiento.

Este día se hace el “levantamiento del Niño Jesús”, que consiste en retirar la imagen del niño del nacimiento, vestirlo de gala y llevarlo a bendecir al templo, así como quitar todas las figuras de los nacimientos para guardarlas hasta la celebración de la próxima Navidad.

En muchos lugares este día marcaba el principio del año, por lo cual los indígenas tienen la costumbre de llevar a bendecir las mazorcas que servirán de semillas en la próxima siembra; también se bendicen las velas o candelas, de ahí el nombre de “Candelaria”, y simboliza a Jesús, que en La Biblia es referido como la “luz del mundo”.

Debido a esta tradición indígena de bendecir el maíz, surgió la tradición de ofrecer a amigos y familiares atoles y tamales -ambos productos del maíz-, y esta responsabilidad recae sobre quienes sacaron el muñequito al partir la Rosca de Reyes 

El Instituto Nacional de Antropología e Historio señaló en un comunicado que esos actos incluyen el sincretismo con ritos prehispánicos, convirtiéndose en una festividad compleja, pues en su esencia también se fusionan la fe hebrea, la cristiana e, incluso, cultos paganos provenientes de la Isla de Tenerife, en las Canarias.

Por: Elías Morillo

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Profa. Maribel Chávez

Coordinadora de la Subcomisión de

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